Primer implante de un corazón artificial

El 4 de abril de 1969 en el Texas Heart Institute en Houston, los cirujanos Denton A. Cooley y Domingo Liotta reemplazaron el corazón de un hombre por uno artificial. Sin embargo, solo se trataba de una solución temporal, ya que estaban esperando a un donante.


Este corazón estaba impulsado por medios neumáticos y, después de 64 horas, fue reemplazado por el corazón de un donante. Esta, desafortunadamente, no resultó ser una buena decisión ya que, 32 horas después de la operación, el paciente murió debido a una infección pulmonar provocada por las drogas inmuno depresoras que le habían suministrado.

Tras este resultado la gente trató de culpar a los cirujanos por usar este corazón artificial antes de probar su eficacia. Ante esto se defendieron afirmando que se trataba de un caso de vida o muerte, ya que necesitaba de forma urgente alguna solución.

Para mi, este acontecimiento resultó en un gran avance, ya que se demostró que una persona es capaz de sobrevivir con un corazón artificial. Aunque todavía no se usen de forma permanente, han resultado ser de gran ayuda, ya que a aquellos pacientes que necesiten un corazón de forma urgente, en el caso de que no haya donante, se les puede sustituir el corazón enfermo por uno artificial hasta encontrar un corazón.

Toda la información obtenida para esta entrada la he adquirido de Wikipedia y de Clinic Cloud. Las imágenes también las he conseguido a través de Wikipedia.

Paula Manzaneque Ortiz, 2ºD.

Comentarios

  1. Hay pacientes que ya llevan doce años con un corazón artificial como el siguientes caso:
    Julio es una persona que ya no se cansa al caminar unos pocos metros y no tendrá que echarse a dormir con dos y tres almohadas para poder conciliar el sueño, algo que conseguía solo a ratos. El 1 de marzo, este hombre de 44 años se convertía en el primer asturiano en recibir un implante de corazón artificial en el Hospital Universitario Central de Asturias. Le dieron el alta y gracias a una bomba centrífuga que lleva en el interior de su tórax dejará de ingresar constantemente en el hospital, a donde cada poco le llevaba su maltrecho corazón.

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